sábado, 12 de marzo de 2016

NO ME GUSTA LLORAR

No me gusta llorar, porque todos me dicen lo debil que soy. No me gusta llorar porque siempre acaban mirandome mal. No me gusta llorar porque cuando lo hago veo esa cara de compasión en el resto de la gente, esa cara que odio. 
No me gusta llorar porque así no pueden ver qué es lo que me afecta. 



Llevo tiempo sin llorar. Bastante. Meses y meses sin derramar una sola lágrima. Entiendeme, no es que no quiera hacerlo, hay muchas situaciones que me desbordan y que hacen que mis lágrimas esten a punto de derramarse, pero, cierro los ojos fuertemente para que esas pequeñas gotas vuelvan hacia lo más rencondito de mi interior. ¿A dónde irán las lágrimas cuando no las soltamos? Me lo pregunto varias veces, pero prefiero pensar que esos sentimientos van directos a mi corazón de vuelta. 

Un lagrima es igual a un sentimiento perdido, a un sentimiento que  se ha dejado marchar. No me gusta expresarle a la gente mis sentimientos. Así no pueden juzgarme, así no saben que hay algo roto en mí. 

Pero hay ocasiones en las que o lloro o me derrumbo. Como ahora. Necesito soltar todo lo que llevo dentro, pero no puedo dejar que nadie me vea hacerlo, no puedo permitir que vean a mis lágrimas correr libres por mis mejillas, simplemente no puedo. 

Por eso, tengo que buscar un lugar en el que sea invisible, en el que no me encuentren hasta que termine de hundirme y vuelva a pisar fuerte. Pero no encuentro ese lugar, no sé dónde puedo ir, asi que la unica salida es meterme en el baño. Lo hago, no puedo tardar mucho o se darán cuenta. Me pongo delante del espejo y suspiro, mi pecho se mueve rapidamente hacia afuera y hacia adentro, mi corazon está tan acelerado que no se como serenarlo. Dejo escapar una lágrima solitaria que recorre mi piel, siento que esta caliente y siento que guardará mis secretos allá a donde vaya. Cuando la lágrima se va, me lavo la cara y pongo una falsa sonrisa en mis labios. Todos sabrán lo feliz que soy así, aunque esté muriendo por dentro, aunque esté rota y no sepa como arreglarme, aunque haya miles de sentimientos dentro de mí que quieren matarme, que quieren hundirme, que quieren vengarse de no dejarlos salir. 

Así todo el mundo piensa que estoy bien, que no lloro, que soy fuerte. Aunque solo quiera dejar que las lagrimas me inunden, que se conviertan en un mar, que me hagan flotar y que me lleven lejos de este mundo.

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