jueves, 19 de febrero de 2015

COMO MI CORAZÓN SE ROMPÍA

Y, cuando lo dijo, dolió tanto, que pude escuchar como mi corazón se rompía en mil cachitos y se derramaban ruidosamente en el suelo. Sentí como él pisó cada uno de esos pedacitos de mi y me dejó allí plantada sin saber que decir. Mi vida perdió su rumbo y empezó a divagar entre los sueños y lo real. Salía de un mundo y entraba en otro con tanta facilidad...

No quería escuchar aquellas palabras que fueron dichas en el momento y lugar menos indicados, pero que a él concretamente no le importó ni un ápice, perdió su humanidad. Dejó mi alma vacía y sola. Dejó mi cuerpo echo polvo. Dejo mis a mis sentidos descolocados y perdidos.

lunes, 16 de febrero de 2015

0%

¿Qué necesidad tengo yo de estar perdiendo mi tiempo por alguien desinteresadamente y recibir patadas y malas palabras? Ninguna obviamente.

Personas desagradecidas que lo vierten todo en tu contra, que te dan bofetadas en cuanto algo no es cómo ellos quieren, que te hablan haciéndote sentir mal como si tu tuvieras la culpa de sus problemas.


Estar dispuesta a ayudar a aquellas personas que necesitan algo. Estar intentado entender un materia de otro año que ni siquiera tiene que ver con lo que estas estudiando y que terceros vengan a echarte pullas por que: tardas mucho, quieren hacer otras cosas, no se han preocupado de sus cosas pero claro la culpa sigue siendo tuya.


Genial. Todo me parece genial y estupendo. Mi necesidad de estar así es del 0% así que Puerta a los que hacen esas cosas. Sin rencores para veces futuras pero obviamente sin consentir que eso ocurra. Por que realmente no es tu culpa lo que le pase a los demás y cada uno tiene que asumir que no todo sale como esperaban y que sus errores no son los de todos.

domingo, 8 de febrero de 2015

ÉL

Lagrimas escuecen atrás de mis parpados cerrados, intentando luchar contra mi decisión de que no salgan de su sitio, de que vuelvan a lo mas recóndito de mi cuerpo y se encierren en su cuarto solo por un tiempo. No puedo llorar, aquí no. Me repito a mi misma una y otra vez. Siento que mis manos se cierran instantáneamente en puños y me obligo a abrirlos lentamente, intentando parecer calmada. Abro los ojos y ÉL está parado mirándome con las cejas juntas y los ojos entornados sin comprender. Mil pensamientos y recuerdos acuden a mí, intentando que la ira vuelva a surgir desde mi pecho. Abre la boca para decir algo pero la vuelve a cerrar sin ningún sonido haya salido de la profundidad de su garganta. Dos palabras salen de mi interior

- Te vi.

Su cara se descompone en mil pedacitos mostrando comprensión, vuelve a intentar hablar sin lograrlo. No puedo aguantar mas delante sin llorar, pero ÉL no me vera hacerlo, no me vera sufrir por una persona como ÉL, que a mis espaldas está con otra persona, que a mis espaldas miente y no tan a mis espaldas. Me giro lentamente y mi paso firme flaquea, mis rodillas tiemblan y parece que me voy a deshacer. Aun así sigo caminando lentamente, en parte esperando que ÉL me pare y me explique. Pero en ningún momento lo hace, en ningún momento corre tras mí, en ningún momento me coge de la mano, en ningún momento me explica. Y yo asustada, herida y frustrada camino mas y mas rápido y cuando creo que ya no puede verme echo a correr.

sábado, 7 de febrero de 2015

CALLE

Mitad de la noche. Invierno. ir caminando a través de las calle hacia mi casa, después de haber estado por ahí. Pasando un frío insoportable. Mi cuerpo enviaba suaves sacudidas, tiritando, empecé a andar cada vez más deprisa para llegar antes. En mi mente se formaba la imagen perfecta de lo que quería en ese momento. Al otro lado de  de mis parpados vislumbraba una cama, perfectamente hecha, perfectamente cálida, suave y acogedora. Mi cama. 

Giré una esquina y lo encontré. mis ojos como platos, se desorbitaron, el frío se intensificó. mi cuerpo quería desaparecer, tras la lamentable visión que obtuve. 

un hombre, joven, yacía entre cartones y mantas, sin ningún lugar en el que resguardarse de la gélida brisa que hacía. por encima un fina capa blanca empezaba a cubrir. no podía imaginar el frío que aquel hombre estaría pasando. mi corazón literalmente se heló. No tenía pinta de drogadicto, alcohólico, o cualquier otra cosa desagradable y devastadora. Mi columna vertebral se irguió pesadamente y sin saber que hacer me quedé allí plantada, mirando como aquel hombre pasaba frío. de repente sentí asco de mí misma. Yo pasaba frío por que quería pasarlo y no como aquel pobre indigente que no tenía donde resguardarse. 




Esta experiencia, real, me ha hecho pensar mucho en la situación en la que se encuentra muchísimas personas del país y de otros lugares. quizás no tengan para comer, pero existen comedores sociales que les darán agua, comida, duchas e incluso ropa para que puedan estar aseados y limpios, como cualquier persona normal y no como animales que la gente cree que son, mirando por encima del hombre. Se que es difícil pero pueden sobrevivir, que es de eso de lo que trata la vida. Pero no tener un techo que resguarde de la lluvia, el sol abrasador,la nieve y el frío y el calor, es lamentable de parte de las personas que dirigen cualquier estado. Cada persona debe tener derecho a un techo suficientemente estable para quitarse de en medio de la calle y no estar a la intemperie. Todos somos humanos, no animales para estar tirados de cualquier manera por ahí