viernes, 17 de febrero de 2017

UNA SOLA MIRADA

Nunca lo había visto en la vida, y quiero pensar que él tampoco a mi. A pesar de que vivimos en el mismo barrio, o eso supongo yo. Iba con prisas porque llegaba tarde a mis prácticas, y pasé al supermercado de la esquina para comprar pan y hacerme luego un sandwich para merendar. Lo veo entrar por la puerta y dirigirme una mirada desde lo alto. Desde lo alto porque realmente mide mucho más que yo, y tengo que levantar la mirada para mirarlo a la cara. NO es el chico más guapo del mundo pero indudablemente es muy atractivo, con una barba negra y espesa pero bien cuidada. Juro que odio las barbas, pero a este chico en cuestión le queda bien, le hace más maduro. Nos perdemos en la tienda, cada uno en lo suyo,y yo finjo que no me importa que me mire. Pero cuando estoy pagando mi compra y el está en la caja de al lado esperando, me dirige la última mirada. Yo se la dirijo a él, solo porque quiero sentir una vez más el aleteo de mi corazón cuando veo que me mira fijamente. Le pago a la cajera y sonrío, no directamente a él pero esa sonrisa iba para él, esa sonrisa iba para una sola mirada. Su mirada. Luego me doy la vuelta y salgo por la puerta. Voy a intentar encontrarmelo otra vez, pero estoy segura de que nunca mas lo volvere a ver.

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